El precio. La habitación era muy correcta y limpia. Muy bien calidad precio si no te importa no dormir hasta las 3 de la mañana (también es verdad que era sabado, a lo mejor un día de diario no abre la discoteca que habia justo al lado)

Al llegar y abrir la cama no entendí muy bien el por qué de una manta muy vieja debajo de la sabana, la tuvimos que quitar porque daba asco. En cuanto al ruido, no se puede dormir hasta las 3 de la mañana por el local de copas que hay justo al lado. Retumbaba la habitación, era la 103, no me imagino las que estaban pared con pared con el local. La recepción no tiene puerta, esta a pie de calle y la habitación al estar en el piso de la recepción se oía todo lo de la calle, coches, motos, etc...

La habitación era modernita pero simple, y era amplia y limpia. La ducha no tenía plato (por lo que he visto en el resto de hoteles de Tailandia en los que he estado es algo habitual), pero estaba separada del resto del baño por un pequeño tabique, escalón y cortina, por lo que no mojabas el resto del baño (fue el único hotel de Tailandia en el que conseguí no hacerlo). Tenía caja fuerte, nevera, botellas de agua.... Está céntrico y a un tiro de piedra de la estación de autobuses. El precio está muy bien, y la verdad es que el sitio está muchísimo mejor de lo que me esperaba por ese precio.

Encontré pequeños inconvenientes, pero que creo que no suponen un gran problema. Nuestra habitación daba a la calle principal y al lado del hotel hay un garito con música a tope, por lo que por la noche no hay una tranquilidad absoluta. Personalmente no nos quitó el sueño porque estábamos reventados y porque siempre viajamos con tapones, pero si tienes el sueño ligero, hay que tenerlo en cuenta. El sitio tiene varios pisos y no hay ascensor, por lo que hay que subir el equipaje a pulso. También hay que prever 500 baht de depósito para la llave, que te devuelven a dejar el hotel (también algo común en Tailandia)